#DENUNCIA contra el juez Julio César Ramos Ávila por vulnerar durante 6 años el derecho al debido proceso de una mujer trans que solicita su cambio de nombre. Dilataciones y leguleyadas que serían motivadas por la #TRANSFOBIA del magistrado.

En 2017 empezó la pesadilla legal de S.K.A.R. cuando junto a su abogado interponen la demanda de cambio de nombre ante el 5° Juzgado Civil Transitorio de Lima. Ellos sabían que sería un proceso tedioso, pero no se imaginaron las acciones abusivas el las que incurriría el juez Ramos Ávila, las cuales constituyen la vulneración del derecho al debido proceso de SKAR.

A la fecha, han tenido que pasar por todo esto:

1. IR CONTRA LA CELERIDAD PROCESAL. Ignorando la doctrina jurisprudencial “Romero Saldarriaga” (https://tc.gob.pe/jurisprudencia/2016/06040-2015-AA.pdf) Ramos Ávila no ha llevado este caso como un proceso SUMARÍSIMO. Van 6 años sin dictarse sentencia de primera instancia estando expedito para la misma.

2. IR CONTRA LA ECONOMÍA PROCESAL. Por todo el tiempo transcurrido, el juez Ramos Ávila ha ido contra la Ley Orgánica del Poder Judicial, surrándose en los principios a los que debe regirse todo proceso judicial: legalidad, celeridad y por supuesto, economía procesal. 

Dicho sea de paso, de acuerdo al Código Penal, todo funcionario público (incluidos los jueces) que retarde, omita o se rehúse a cumplir con sus funciones merece ser sancionado con un pena privativa de libertad no menor de dos años.

3. RETRASAR LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. Una de las formas que encontró el juez Ramos Ávila para retrasar más el proceso, fue solicitarle hasta en 5 oportunidades a la Municipalidad Provincial de Leoncio Prado (Tingo María, lugar en donde nació SKAR), su partida de nacimiento, cuando la misma fue presentada junto con la demanda en 2017 y la propia Municipalidad indicó que sí se encontraba en sus registros. A pesar de ello, el municipio remitió otra vez la partida en noviembre de 2022, pero el juez volvió a requerir el documento en abril de 2023.

4. INTIMIDACIÓN Y AMEDRANTAMIENTO. El juez Ramos Ávila actuó como una típica autoridad abusiva, y amenazó a la parte demandante con interpornerles una multa si no hacían “seguimiento al envío de la partida de nacimiento por parte de la Municipalidad de Leoncio Prado".

Además, el juez tmb se la agarró con dicha entidad edil y la acusó de REBELDE por no enviar el documento las veces que las pidieron, más enredos.

Todo esto hizo que la parte demandante presentara una queja ante la Oficina Desconcentrada de Control de la Magistartura (ODECMA) por la dilatación del caso (¡6 años!), la cual fue declarada improcedente para el juez, pero sí admitida para la especialista de ese despacho. La demandante ha apelado dicha resolución.

Estas son algunas de las vulneraciones y dilataciones que el juez Julio César Ramos Ávila ha cometido, pero esta denuncia se suma a las perlas que ya tiene: una denuncia anterior y una investigación periodística de OJO PÚBLICO llamada SUPREMA FORTUNA.

La denuncia del 2021 también fue por el incorrecto ejercicio de su labor como juez. Mientras que en la investigación de Ojo Público se precisa que atentó contra la ley de carrera judicial, la cual prohíbe que los magistrados militen en partidos políticos.

Incluso el destacado abogado @Pedrograndezc se ha pronunciado al respecto:

Mientras sigan habiendo jueces que no puedan separar sus creencias personales de su labor como operadores de justicia, las personas trans como SKAR debemos seguir pagando el precio de ser trans en el Perú.